El Romanticismo, como movimiento cultural, surgió en Europa a finales del siglo XVIII. Tuvo sus orígenes en Alemania y prescindía de las normas y reglas artísticas del Neoclasicismo.
Las características principales del Romanticismo fueron las siguientes:
- Individualismo y subjetivismo, que llevaban al artista a la expresión de sus propios sentimientos.
- Deseo de libertad, que se manifestó en todos los campos de la actividad humana: las ideas, la política, la creación artística...
- Evasión de la realidad: los artistas se inspiraban en países lejanos, en temas sobrenaturales e irreales, como la muerte y el mundo de los sueños.
- Idealismo y, a la vez, pesimismo: el artista sufría porque tendía hacia lo inalcanzable, lo infinito; en algunos casos hasta el suicidio.
- Interés por su propio país: la historia, las leyendas antiguas y los temas relacionados con la Edad Media eran fuente de inspiración.
- Valoración de los personajes marginales y exóticos, que rompían las convenciones sociales, como bandoleros, piratas, vagabundos...
- Culto a la naturaleza, atracción por los paisajes salvajes y agrestes, las tormentas, los escenarios nocturnos, la Luna, etc.
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